martes, 15 de marzo de 2011

FISCALIA DE GREGORIO ALBARRACIN DE TACNA LOGRA CONDENA DE ASALTANTES DE TAXISTA

La Fiscal Dieny Gutierrez Castañón de la Fiscalía Provincial Mixta de Corporativa de Gregorio Albarracín, logró imponer la condena de 15 y 13 años de cárcel para Wilson Edilberto Laura Mamani (28) y Alexandre Efrain Medina Aduvire (26) respectivamente, por el delito de robo agravado en cometido en contra del taxista Joyer Llanos Peñaloza.

Según las investigaciones el día 26 de mayo del 2010, a las 20 horas, por la Av. Coronel Mendoza, los procesados y otro sujeto no identificado, tomaron el servicio de taxi al agraviado Joyer Llano Peñaloza, a quien le solicitaron ser trasladados a Cono Sur, y llegando a dicho lugar Medina Aduvire lo golpea en el rostro y Laura Mamani lo sujeta del cuello.

Seguidamente Medina Aduvire se pone al volante del vehlculo y lo traslada a la Av. Collpa, donde junto con a Laura Mamani, amarran al agraviado y le tapan la boca con un trapo, llevándolo cargado por el canal Uchusuma hasta llegar a una choza, donde lo dejan boca arriba, huyendo del lugar con el vehiculo.

Posteriormente el agraviado pido auxilio a los vecinos de la zona, quienes dieron aviso a la policía, los mismos que lo desataron y comenzaron con la búsqueda del taxi, siendo ubicado por el Distrito Gregorio Albarracin, y al advertir presencia policial emprendió un fuga por el mencionado distrito, donde finalmente fueron alcanzados por la Asociación de vivienda de Salaverry, sin embargo, los imputados prosiguieron con su fuga siendo capturados y trasladados a la Comisaría 24 de Junio.

Inmediatamente se hicieron presente las Fiscales Danitza Chiri y Dieny Gutierrez, quienes iniciaron las investigaciones del caso, logrando la prisión preventiva de los imputados mientras dure el proceso de investigación.

Con todas las evidencias obtenidas durante la etapa de investigación, la Fiscal Gutiérrez Castañon formuló acusación ante el Poder Judicial, quien programó sentencia de Juicio Oral para el 01 de marzo del 2011, en la cual luego de una arduo debate oral y superando argucias de la defensa de los imputados, La representante del Ministerio Público, logró imponer la condena de 15 y 13 años de cárcel para Laura Mamani (28) y Medina Aduvire (26) respectivamente, disponiéndose su internamiento en el Penal de Pocollay.

El Presidente de la Junta de Fiscales Superiores de Tacna Dr. Manuel Flores Chara, manifestó que: “No podemos por ningún motivo retroceder en la lucha contra la delincuencia, la cual debe ser coordinada, colectiva y conjunta”.

EL PLEBISCITO DE TACNA Y ARICA

El 4 de marzo de 1925 el presidente de los EEUU, Calvin Coolidge, que era el árbitro nombrado conjuntamente por Chile y Perú, emitió su fallo, ordenando llevar adelante el plebiscito sobre el destino de Tacna y Arica. Estas provincias habían quedado en manos de Chile por diez años, a raíz del Tratado de Ancón, que en 1883 selló la derrota nacional en la Guerra del Pacífico. El plebiscito se debía haber realizado hacía mucho, pero Chile lo había impedido. Mientras tanto, practicaba una política de “chilenización”, que significaba hostilidad contra las familias peruanas y subvenciones a las chilenas que se asentaran en el territorio.

Por ello el Perú había alegado que, pasados 40 años, el plebiscito era impracticable y que Chile debía devolver ambas provincias. Así, el fallo de Coolidge fue considerado una derrota, pero el gobierno peruano no se amilanó. Decidió enviar una delegación a Arica y encarar el nuevo contexto. Los EEUU nombraron al general Pershing, uno de los vencedores de la I Guerra Mundial, como su representante para ejecutar el plebiscito. Una vez en el terreno, iba a constatar los abusos practicados por las autoridades chilenas; como consecuencia, su parecer se inclinaría hacia la postura del Perú.

En marzo del año siguiente, la delegación peruana se instaló en Arica, para lo cual propició un desfile de la bandera, llevada sobre todo por las mujeres peruanas. La manifestación fue multitudinaria y recibió una fuerte hostilidad de la población chilena. Pero las plebiscitarias mujeres fueron la vanguardia y supieron defender el pabellón, entre ellas destacó la señora Cristina Vildoso.

En esos días, Tacna y Arica fueron escenario de constantes batallas callejeras y además de golpes, llovieron piedras, barro, orines sobre los peruanos. En medio de ese clima, los delgados norteamericanos plantearon condiciones democráticas para elaborar un padrón de votantes y desarrollar el plebiscito. El Perú apoyó a Pershing y Chile se opuso. Por ello, poco después, el representante de los EEUU se retiró dándole la razón al Perú, en el sentido de que el plebiscito era impracticable por la actitud de Chile.

Fue una victoria moral, pero carecía de correlato político. En efecto, Chile estaba en posesión del territorio y no daba muestras de ceder. Por su parte, los EEUU no se comprometieron con la decisión de su delegado y más bien empezaron a plantear la partición del territorio. Después de muchas vueltas, el presidente Augusto B. Leguía aceptó esa fórmula que se tradujo en el Tratado de Lima de 1929, por el cual Tacna volvió al Perú y cedimos Arica a perpetuidad. En un protocolo complementario se estableció la famosa cláusula por la cual Chile no puede cederle a Bolivia un territorio que haya sido de la Arica peruana sin nuestro consentimiento.

¿Por qué aceptó Leguía? Jorge Basadre recuerda que básicamente pensó que nada teníamos y que el paso del tiempo llevaba a perderlo todo. Luego, porque carecíamos de fuerza para inclinar la situación. Combatíamos con el peso de los tratados y la resistencia del pueblo, pero las armas estaban del otro lado. En esas circunstancias, Leguía pensó en forma pragmática que mejor era ganar una parte que perder el conjunto.

La historia peruana ha asumido este tratado como una solución razonable. Cabe la pregunta sobre Chile. ¿Por qué aceptó devolver un territorio que había ganado por las armas? Su razonamiento fue simple, para conservar eternamente lo obtenido en la guerra tenía que devolver parte de lo arrebatado al Perú. Lo importante es que retrocedió de buen grado. De cara a La Haya, es falso sostener que nunca ha cedido y que irá a la guerra si le toca perder algo por decisión de ese Alto Tribunal.

Por Antonio Zapata

Fuente: larepublica.pe

CRÓNICA: LA MASACRE DE UCHURACCAY CONTADA DESDE ADENTRO

Sin aliento, sin sentido: la masacre de Uchuraccay y su posterior politización han sido las peores tragedias del periodismo nacional, sin compasión. Cada año, Javier Ascue, periodista representativo de El Comercio hasta hoy y quien pudo ser el noveno mártir, recuerda el 29 de diciembre de 1982 por dos aspectos en pugna. Primero, ese día llegó a Ayacucho como corresponsal para cubrir una invasión inminente: Sendero anunciaba que iba a tomar Huamanga y el general Clemente Noel era nombrado jefe político militar de la zona de emergencia en el criminalmente conocido cuartel Los Cabitos. Y segundo, ese día era su cumpleaños.

Desde esa fecha hasta el espantoso 26, Ascue fue testigo del descalabro social y psicológico, con matanzas diarias.

Los periodistas buscaban, por esto, las imperiosas declaraciones del general Noel. Hasta que, según cuenta Ascue: “En una conferencia de prensa quiere anunciarnos con orgullo que la población campesina está respondiendo junto a sus Fuerzas Armadas contra los criminales y que han matado a siete terroristas en la zona de Huaychao”.

Con esta noticia, en la balanza social, se abría un frente civil de resistencia. Y los diarios comenzaron a mandar relevos, pero Javier Ascue se quedó. Llegó primero Willy Retto, el fotógrafo de “El Observador”: “Y lo primero que hace Willy con su redactor, el chiquillo Mendívil, es ganarnos una primicia. Había llegado el ministro del Interior a Ayacucho en helicóptero y le hizo la foto.

Llegando nomás nos gana. Él se había ido a Venezuela, me contaba que le fue regular y que añoraba el Perú. Yo lo había conocido de pequeño al lado de Óscar, su padre, fotógrafo de “Última hora””, cuenta. Al día siguiente se reencontró con Jorge Sedano de “La República”: “Yo fui fotógrafo ambulante antes del periodismo y él había sido repartidor de fotos en los domicilios. Cuando me vio me dijo: “Te sigo los pasos”, me alegré mucho. Me dijo: “Me tienes que ayudar, yo de acá tengo que regresar famoso a Lima”. Y le sugerí que se fuera a Carmen Alto, donde flameaba una bandera roja. Fue y al día siguiente fue portada en su periódico. ¡Éramos grandes amigos!”.

Poco después llegaron Amador García, de la revista “Oiga”, y Pedro Sánchez de “El diario de Marka”. Y Huaychao seguía siendo la primicia en dulce. Sin embargo, Ascue aprovechó para cubrir una balacera en Chuschi. Al volver tenía los pies ensangrentados por el terrorífico camino y encontró a Eduardo de la Piniella, de “El diario de Marka”. “Habían organizado el viaje a Huaychao. Hasta ese momento nadie sabía de Uchuraccay, ni que existía algo con ese nombre.

Estaban esperándome porque era una zona de campesinos y yo hablaba quechua. “Si no, partíamos ayer”. Les dije que estaba mal. Fui a una reunión a las 8 de la noche, y me animé. En eso, llega Octavio Infante, el periodista de “Panorama”, de Ayacucho, y dice: “Es fácil el viaje, yo los voy a ayudar, soy de la zona, hablo quechua, cuando lleguemos a Tambo vamos hasta mi hacienda, yo les proporciono caballos”. Allí los iba a esperar un guía llamado Juan Argumedo. Y dije: “Si ya hay uno que habla quechua…”. Igual me despertaron a las 5:30 de la mañana y vi, en un lanchón lleno, que De la Piniella estaba sentado junto al chofer. “Ya pues, Javier, déjame ir”, me dijo. Se suponía que él no iba, ya había muchos de “El diario de Marka”. Estaba también el corresponsal Félix Gavilán. Me dijo: “Siéntate atrás”. Y yo dije: “No, me siento mal”. Hubo bromas y todavía los veo sacando la cabeza por la ventana: “Te chupaste””.

La feroz tragedia no espero ni un día en ser conocida. Una señora llegó a Huamanga, buscó a Javier y le entregó el carnet de periodista de Jorge Luis Mendívil: “Señor, a los periodistas los han matado…”. Y el tenaz corresponsal de El Comercio escuchó por primera vez el nombre que en los siguientes días demonizaría a sus pobladores: Uchuraccay.

El general Noel apareció en público y confirmó las muertes. Ascue se subió al primer helicóptero y ayudó a desenterrarlos con sus sonámbulas manos: estaban de dos en dos, boca abajo, en cuatro fosas, mutilados por la cabeza, con hachas, hondas y piedras. Los campesinos que antes eran “patriotas” por matar senderistas se tornaban en “criminales”.

MOTIVACIONES POLÍTICAS

Lo que siguió después se pudrió de ideología: las furiosas acusaciones recayeron en las Fuerzas Armadas, que “habrían instigado las matanzas”, según muchos periodistas, dirigentes de izquierda y familiares.

El 2 de febrero de 1983 Belaunde nombró una comisión presidida por Mario Vargas Llosa y fue la más vilipendiada de la historia cuando concluyó que la propia comunidad cometió el asesinato masivo por sus condiciones de marginación y aislamiento. El antropólogo Luis Millones, quien participó de aquella comisión, una vez declaró: “Era una tarea que había que hacer por encima de cualquier cosa… Yo hice lo mejor que pude y con eso me puedo morir tranquilo”.

Veinte años después, la CVR refrendó sus conclusiones: “La matanza fue cruel y no duró más que treinta minutos (...) los campesinos estaban seguros de que habían dado muerte a miembros del PCP SL, por eso mismo los sepultaron fuera del cementerio y sin velatorio… los cuerpos de los periodistas fueron depositados muy cerca de la plaza, a solo 200 metros, sin ningún afán de ocultamiento”.

Y tampoco negó “que diversos agentes del Estado —los sinchis e infantes de Marina, el jefe del Comando Político Militar y el propio presidente de la República— alentaron esta conducta”. Pero no avaló la tesis de que fueron directos perpetradores.

MIGUEL ÁNGEL CÁRDENAS M. (Está crónica fue publicada el 24 de enero del 2009)

Fuente: elcomercio.pe