Uchuraccay,
comunidad quechua ubicada a 4000
m.s.n.m., con asentamientos dispersos cuyas familias
vivían en pagos distantes entre si, tenía con una plaza, una iglesia de piedra,
un local comunal y un cementerio. Corredor muy estratégico para Sendero
Luminoso (SL en adelante) para convertirlo en base de operaciones.
A
mediados de 1981, llegaron a Uchuraccay unas personas desconocidas que se
presentaron ante los pobladores como “negociantes” que buscaban intercambiar
productos por chuño y ocas. Uno de ellos se presentó como “Martín”, quien se
ganó la confianza de algunos pobladores y convenció de unirse a la “guerra
popular”.
Durante
1982, SL desarrolló ataques para intensificar acciones a lo largo del corredor
estratégico de Huanta para conseguir el repliegue de la presencia policial en
las capitales de distrito. Por el contrario en Uchuraccay, las autoridades
comunales seguían ejerciendo su mando en el pueblo, llegando a desterrar
incluso a “Martin”.
En
los próximos días, Alejandro Huamán presidente de la comunidad de Uchuracay,
fue asesinado por SL en la plaza del pueblo con un disparo en la cabeza,
situación que impactó en toda la comunidad campesina; sin embargo lejos de causar
temor, estas acciones cambiaron la imagen del movimiento senderista, que buscaba
legitimarse entre los campesinos.
El
21 de enero de 1983 se produjo la matanza de 7 miembros de SL en las
comunidades de Huaychao y Macabamba, Los comuneros luego recibir amistosamente
a la columna senderista los detuvieron y los asesinaron; Por esos días 5
miembros del partido maoísta también fueron asesinados en Uchuraccay, lo que
demostró lo convulsionada que se encontraba la comunidad luego del asesinato de
su presidente.
Después
de los hechos de Huaychao, el Presidente de la República saludó la
acción violenta de los campesinos para restablecer la “tranquilidad”
justificándolo plenamente. El jefe político militar de la zona de emergencia
Gral. Roberto Noel Moral resaltó la respuesta del pueblo ayacuchano y manifestó
a los comuneros que el enemigo siempre iba llegar a pie.
La
noticia de la matanza dejó ciertas dudas en la opinión pública, corría rumores
que militares estarían implicados en la matanza; Es por ello que un 26 de enero
de 1983, un grupo de 8 periodistas: Eduardo de la Piniella, Pedro Sánchez y
Félix Gavilán de “El Diario Marka”, Jorge Luis Mendivil y Willy Reto de “El
Observador”, Jorge Sedano de “La
República”, Amador García de la revista “Oiga” y Octavio
Infante del diario “Noticias de Ayacucho”, decidieron viajar a Huaychao.
En
Uchuraccay cerca de las 15 horas, autoridades de la comunidad discutían en la
casa del teniente gobernador Fortunato Gavilán García, las posibles represalias
de SL; En esos instantes se oyen gritos de alarma “Los terroristas están viniendo”.
La vivienda se hallaba justamente en dirección al camino donde se aproximaban
el grupo de periodistas, inmediatamente los comuneros salieron y los
acorralaron.
Los
campesinos portaban palos, hachas, piedras y lazos, mientras que los
periodistas se encontraban asustados, lo cual no era impedimento para
establecer un dialogo con sus captores, porque entre los periodistas habían
quechuahablantes y entre los comuneros hispanohablantes.
Los
periodistas intentaron explicar que no eran terroristas, y por último les
pidieron a los comuneros de Uchuraccay que los lleven ante las autoridades
policiales de Tambo, sin embargo los pobladores los mataron convencido de haber
capturado a terroristas.
Habrían
participado de la matanza cerca de 40 comuneros entre varones y mujeres; la
matanza fue cruel y no duró más de treinta minutos. Los campesinos estaban
seguros que habían matado a miembros de SL, por eso los sepultaron fuera del
cementerio en cuatro fosas para los ocho cuerpos.
El
29 de enero de 1983 a
las 06:30 horas las autoridades mostraron las cuatro tumbas a la patrulla mixta
compuesta por infantes de marina y guardias civiles; Al día siguiente el Gral.
Noel Moral negó haber conocido el viaje de los periodistas y señaló que los
periodistas llegaron a Uchuraccay portando bandera roja, siendo asesinados por
los comuneros en defensa de la "legalidad".
Esta
historia de valientes periodistas, Mártires de Uchuraccay, referentes
emblemáticos de la búsqueda de la verdad en una época llena de violencia y del
dolor, no debe perderse en la memoria colectiva del país.
Lic.
Tony Yhon Machaca López
Decano
del Colegio de Periodistas del Perú – Consejo Regional Tacna