domingo, 24 de octubre de 2010

GRACIAS, MARIO VARGAS LLOSA

El premio Nobel de literatura para Mario Vargas Llosa.

Cuando ya casi todos habíamos tirado la toalla de la esperanza de que Mario Vargas Llosa recibiera, algún día, el premio Nobel de literatura debido al convencimiento de que los suecos de la Academia Sueca se iban a seguir haciendo los suecos para siempre y no le otorgarían el galardón para el que ya había consenso que lo merecía desde hace casi tres décadas, ayer finalmente se anunció la noticia que en el Perú se esperaba desde hace tanto tiempo.

Ayer fue, por ello, uno de esos días inolvidables en el que los peruanos se levantaron contentos al enterarse de que, por fin, Vargas Llosa pasaba a integrar el selecto grupo de escritores que ha recibido la más alta distinción mundial de las letras.

El Nobel se le ha otorgado, ciertamente, por su carrera literaria. No le corresponde a este columnista hacer un juicio sobre la misma debido a que, obviamente, mi especialidad no es la crítica literaria.

Pero sí puedo, en cambio, expresar el agradecimiento más profundo que puede tener un lector como yo que, como muchos de mi generación, empezamos a leer literatura con Vargas Llosa, dejándonos el gusto y el amor por la lectura que solo puede manifestarlo el que los siente.

Ayer les pregunté a todas las personas –famosas y anónimas– que, a propósito de este Nobel, entrevisté en Primera Noticia de ATV y en mi programa de Radio Capital, por su libro preferido de Vargas Llosa, y me sorprendió la diversidad de las respuestas, pero luego caí en la cuenta de que lo amplio y valioso de su obra lo explica.

Pero el agradecimiento de los peruanos por Vargas Llosa debiera ir mucho más allá del ámbito de las letras pues su gravitación en la defensa de la libertad y de los derechos fundamentales de las personas es extremadamente valiosa, lo cual concreta a través de frecuentes lecciones de ética y democracia.

El último año ha sido particularmente valioso en ese sentido. Primero, sacando adelante el Lugar de la Memoria luego de que este proyecto ya estaba enterrado debido a la presión de los sectores autoritarios que se infiltran en los gobiernos con el fin de preservar esos intereses subalternos.

Segundo, hace menos de un mes, logrando, con su renuncia a la comisión del Lugar de la Memoria, la cancelación de los decretos que se habían promulgado con el fin de darles impunidad a violadores de derechos humanos, así como el despido del ministro que los promovía.

Mario Vargas Llosa es, para todo el mundo, el premio Nobel 2010 de literatura. Para los peruanos es, además, una reserva moral que él mismo usa para defender los derechos fundamentales de la libertad de las personas.

Por: Augusto Alvarez Rodrich

MARIO VARGAS LLOSA GANÓ EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA

El máximo reconocimiento académico le había sido esquivo al mejor escritor de las letras peruanas desde hace varios años

El escritor peruano Mario Vargas Llosa obtuvo hoy al fin, a los 74 años, el premio para el que fue eterno candidato año tras año desde la década de 1980, pero que siempre se le había escapado, al punto que muchos creyeron que ya jamás lo lograría.

Paradójicamente, el Nobel le llegó al peruano Mario Vargas Llosa cuando ya su presencia en la lista de candidatos parecía rutinaria y marginal, pese a que sigue en pleno vigor intelectual y a que mantiene esa producción entusiasta en la que parece abarcar todos los géneros. Su nueva novela, El sueño del celta, llegará a las librerías el 3 de noviembre.

El rumor mundialmente extendido, aunque por lógica razón nunca confirmada, es que al peruano no se le negaba el Nobel por falta de méritos literarios, sino por la controversia que genera su credo entusiasta, ortodoxa y militantemente liberal.

El escritor nacido en la ciudad andina de Arequipa en una familia de clase media es un liberal sin titubeos. La diplomacia intelectual no va con él y no suele ahorrar adjetivos cuando de atacar o elogiar se trata. En 1990 quiso llevar toda esa teoría a la práctica y fue candidato por la derecha a la presidencia de Perú, pero todo terminó con una aparatosa derrota en las urnas.

Pero no siempre fue así: Por la década de 1950, el entonces futuro autor de “La casa verde”, “Conversación en la catedral” o “La fiesta del chivo”, era izquierdista. Quienes lo conocen de entonces, dicen que más que marxista era un liberal radical, en el sentido revolucionario y progresista de esos años.

Lo cierto es que incluso fue miembro de una célula clandestina del Partido Comunista y que admiró y defendió la Revolución Cubana como prácticamente toda la intelectualidad latinoamericana de esas épocas.

La ruptura se produjo en la década de 1970. En medio del despegue del “boom”, dejó atrás “todo lo que significa dogma y exclusivismo ideológico”. Criticó a Cuba, consideró al socialismo enemigo de la libertad y abrió su mente a ideas liberales de derecha. Los amigos se alejaron y de la época data el derechazo a la mandíbula que lo enemistó por siempre con el colombiano Gabriel García Márquez, quien lo antecedió en 28 años en el Nobel.

Tras la derrota electoral de 1990, Vargas Llosa fue un furibundo opositor del régimen autoritario de Alberto Fujimori. Fue una etapa en que se le persiguió y en la que adoptó una segunda nacionalidad, la española, una marca en la traumática relación de casi amor-odio que ha tenido por momentos con su país natal.

“La política es muy ingrata, suele sacar lo peor de las gentes a luz y eso lo comprobé justamente en los años que estuve embarcado en una aventura política. Fui objeto de muchos ataques, de campañas que eran terriblemente injustas”, recordó años después Vargas Llosa, quien, alejado de las plazas, sigue sin embargo empuñando la pluma contra “caudillos bárbaros” como Hugo Chávez y Evo Morales.

El Nobel ayuda a consolidar el nombre de quien en 1963 recordó sus años en el colegio militar de Lima y escribió una ópera prima, “La ciudad y los perros”, primera piedra de una carrera que ya se había comenzado a perfilar en el periodismo ejercido desde la adolescencia.

Vargas Llosa está casado en segundas nupcias con su prima Patricia Llosa (la primera boda fue con su tía Julia Urquidi, amor plasmado en “La tía Julia y el escribidor”) y tiene tres hijos. Intelectual “puro”, amante del teatro, del cine y de los clásicos, la razón queda sin embargo de lado si se trata de querer a su equipo de fútbol, el Universitario de Lima.

Ganador de premios como el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Planeta o el Rómulo Gallegos, y doctor Honoris Causa de universidades americanas, asiáticas y europeas, en su vitrina faltaba sin embargo el Nobel que ahora tendrá.

VARGAS LLOSA SOBRE NOBEL DE LITERATURA: “HA SIDO UNA SORPRESA MAYÚSCULA, EN UN PRIMER MOMENTO PENSÉ QUE ERA UN BROMA”

El escritor peruano indicó que cuando fue notificado prefirió no celebrar hasta que no salga el anuncio oficial. Agradeció a España el premio por haber apoyado desde el inicio su obra.

El escritor peruano Mario Vargas Llosa indicó que cuando un representante de la Academia Sueca lo llamó a su domicilio de Nueva York para anunciarle que había ganado el premio Nobel de Literatura, lo tomó “con sorpresa mayúscula, en un primer momento pensé que era una broma”.

“La verdad es que yo hace muchos años pensaba que no estaba entre los candidatos (al premio Nobel), ha sido una sorpresa mayúscula, yo ni siquiera tenía el recuerdo que en estas fechas se estaba dando el premio, en un primer momento pensé que era una broma”, indicó a RPP Noticias.

Vargas Llosa señaló que tras anunció de su victoria en la orbe máxima de las literatura prefirió no celebrar ni llamar a sus hijos hasta que la Academia Sueca haga el anuncio oficial.

El autor de “Conversación en la Catedral” y “La fiesta del chivo” contó que sus amigos no han dejado de llamarlo para felicitarlo, y que fueron tantas veces las que sonó su teléfono que tuvo que salir a caminar unos minutos a relajarse porque estaba “medio aturdido”.

El Nobel de Literatura agradeció este logro a España porque ha sido muy generosa con él y sus escritos. Indicó que desde que publicó sus primeros cuentos tuvieron gran acogida y fueron muy promocionados en el país ibérico.

“Parte de este premio es gracias a España porque mis novelas y editoriales han recibido una gran promoción y han obtenido una respuesta por parte de los lectores españoles”, agregó.

Para finalizar, calificó de “bonito” que la Academia Sueca haya decidido darle el Nobel de Literatura por su “cartografía de las estructuras del poder y aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo”.

“¡Mira qué bonito!, espero que sea cierto. Voy a mirarme al espejo y me voy a ruborizar”, dijo el escritor peruano cuando le leyeron las razones de su premio.