martes, 23 de septiembre de 2014

LADRÓN EFICIENTE

Es penoso que la mitad de la ciudadanía de Lima no tenga problema en votar por alguien que considera que “robará pero hará más obra”.

Eso es lo que se ha vuelto a constatar en la encuesta divulgada anteayer por Datum, en donde confluye un par de resultados que deberían ser contradictorios pero que, lamentablemente, en el Perú no lo son.

Por un lado, que el candidato de Solidaridad Luis Castañeda tiene una intención de voto sólida y creciente de 57,7% y, por el otro, que el 49% de la misma población encuestada considera que él es, entre todos los postulantes al municipio de Lima, el que mejor corresponde al atributo penoso de “robará pero hará más obra”.

Los candidatos que también aparecen en ese tristemente célebre listado lo hacen con porcentajes tan bajos (Susana Villarán 5%, Salvador Heresi 3%, Enrique Cornejo 3%, y Nora Bonifaz 1%) que no deja dudas respecto del grave problema que Luis Castañeda tiene por delante.

Su problema es la percepción de un segmento relevante de la gente de que el próximo alcalde de Lima será, para decirlo de un modo que no es muy elegante pero sí claro y directo, un ladrón eficiente.

La percepción tan baja de la población sobre la honestidad de Castañeda se ve contrapesada con la imagen de chambero que también tiene: 57% cree que será más trabajador (le siguen, muy de lejos, Heresi con 14% y Villarán con 10%); 48% cree que trabajará para los pobres (seguido de Heresi con 10% y Villarán con 9%); y 49% que solucionará el problema del transporte.

Esta conclusión de la última encuesta de Datum es coincidente con la que esta misma encuestadora reveló la semana previa luego de preguntarle a la población de Lima si votaría por el que ‘roba, pero hace obra’, obteniendo la frustrante respuesta de que el 41% sí lo haría, mientras el 56% no votaría por alguien así, con el agravante de que es muy posible que entre este último segmento debe haber un grupo quizá no tan pequeño que sí lo haría pero que le da vergüenza reconocérselo al encuestador.

Ipsos acaba de encontrar otro resultado que va en la misma dirección: que el hecho de que un candidato no haya estado involucrado en casos de corrupción no es importante en la decisión electoral del ciudadano, salvo para el 22% de los entrevistados aunque con diferencias relevantes según niveles socioeconómicos: 48% en el A y 6% en el E.

Luis Castañeda va a ganar la elección, difícil dudarlo, pero también es cierto que arrancará su tercer mandato edil con una sobreexpectativa por lo que puede hacer, y una elevada desconfianza ciudadana por su honestidad. Se llevó fácil la elección pero su mandato no viene fácil.

Por Augusto Álvarez Rodrich