El canciller de Yemen sostuvo que su país se opone a cualquier intervención directa por parte de Estados Unidos u otras fuerzas extranjeras en la lucha contra al-Qaida.
El ministro Abu Bakr al-Qirbi dijo a Associated Press durante una entrevista que existe mucha reticencia a que soldados extranjeros lleguen a territorio yemení.
Estados Unidos ha aumentado su ayuda para Yemen en la lucha antiterrorista a través de una campaña que tiene el objetivo de eliminar las raíces de al-Qaida en el país. Washington ha descrito la presencia de los insurgentes allí como una amenaza "global".
Personal militar estadounidense ya ha entrenado a soldados yemeníes y la cooperación de los servicios de inteligencia ha aumentado. Al-Qirbi dijo que el gobierno de Yemen daría la bienvenida más entrenadores militares "pero en ninguna otra capacidad".
"Existe mucho debate entre ellos sobre a qué nivel deberían involucrarse en Yemen", dijo al-Qirbi, refiriéndose a Estados Unidos y sus aliados. "Estoy seguro de que sus experiencias en Irak, Afganistán y Pakistán les serán útiles para aprender que la intervención directa complica las cosas".
De momento Estados Unidos ha indicado que no planea enviar soldados a Yemen. Sin embargo, los comentarios de al-Qirbi demuestran que Washington ha de ir con cuidado a medida que refuerza su alianza con el frágil gobierno de Yemen, el cual no controla grandes zonas del país fuera de la capital y gobierna una población islámica conservadora que desconfía de Estados Unidos.
Esta misma semana, al-Qirbi insistió en que no existe un acuerdo entre Yemen y Estados Unidos para permitir que el ejército estadounidense use barcos con misiles, aviones de control remoto o de guerra para ataques en territorio yemení.
Por otro lado, las fuerzas de seguridad yemeníes arrestaron a tres presuntos milicianos de una célula de al-Qaida que Estados Unidos ha dicho estuvo vinculada a un plan contra la embajada norteamericana y otras sedes diplomáticas, dijo el miércoles el ministerio del Interior.
Los arrestos fueron los más recientes en una batida gubernamental contra la rama de al-Qaida en Yemen.
Las embajadas estadounidense y británica en Sana cerraron durante dos días esta semana a causa de amenazas de que al-Qaida planeaba ataques. Otras embajadas occidentales también tomaron medidas de precaución, cerrando al público o limitando el acceso. (AP- Yemen)
El ministro Abu Bakr al-Qirbi dijo a Associated Press durante una entrevista que existe mucha reticencia a que soldados extranjeros lleguen a territorio yemení.
Estados Unidos ha aumentado su ayuda para Yemen en la lucha antiterrorista a través de una campaña que tiene el objetivo de eliminar las raíces de al-Qaida en el país. Washington ha descrito la presencia de los insurgentes allí como una amenaza "global".
Personal militar estadounidense ya ha entrenado a soldados yemeníes y la cooperación de los servicios de inteligencia ha aumentado. Al-Qirbi dijo que el gobierno de Yemen daría la bienvenida más entrenadores militares "pero en ninguna otra capacidad".
"Existe mucho debate entre ellos sobre a qué nivel deberían involucrarse en Yemen", dijo al-Qirbi, refiriéndose a Estados Unidos y sus aliados. "Estoy seguro de que sus experiencias en Irak, Afganistán y Pakistán les serán útiles para aprender que la intervención directa complica las cosas".
De momento Estados Unidos ha indicado que no planea enviar soldados a Yemen. Sin embargo, los comentarios de al-Qirbi demuestran que Washington ha de ir con cuidado a medida que refuerza su alianza con el frágil gobierno de Yemen, el cual no controla grandes zonas del país fuera de la capital y gobierna una población islámica conservadora que desconfía de Estados Unidos.
Esta misma semana, al-Qirbi insistió en que no existe un acuerdo entre Yemen y Estados Unidos para permitir que el ejército estadounidense use barcos con misiles, aviones de control remoto o de guerra para ataques en territorio yemení.
Por otro lado, las fuerzas de seguridad yemeníes arrestaron a tres presuntos milicianos de una célula de al-Qaida que Estados Unidos ha dicho estuvo vinculada a un plan contra la embajada norteamericana y otras sedes diplomáticas, dijo el miércoles el ministerio del Interior.
Los arrestos fueron los más recientes en una batida gubernamental contra la rama de al-Qaida en Yemen.
Las embajadas estadounidense y británica en Sana cerraron durante dos días esta semana a causa de amenazas de que al-Qaida planeaba ataques. Otras embajadas occidentales también tomaron medidas de precaución, cerrando al público o limitando el acceso. (AP- Yemen)
Cortesia: LaRepublica.pe
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