...Hoy en día tenemos estados centralistas y que no
cubren todo el territorio nacional, y en el caso del Perú es un Estado
privatizado, y lo digo porque recuerdo que al día siguiente de haber ganado las
elecciones ya tenía a los diferentes poderes fácticos pidiéndome
insistentemente que diga el nombre de los directivos del Banco Central de
Reservas, del ministro de Economía, etcétera.
Y de paso presionaban con la baja de la Bolsa de Valores, para que
el nuevo presidente se doblegue ante esta presión y se alinee con los poderes
fácticos que siempre, o por lo menos en los últimos 20 o 30 años, han estado acostumbrados
a gobernar mi país.
Tenemos también a un Estado que es puesto en el
banquillo de los acusados por personas naturales y grandes corporaciones, y en
el caso del Perú tenemos procesos en el Ciadi (Centro Internacional de Arreglo
de Diferencias Relativas a Inversiones) por más de US$ 4 mil millones. Y bueno,
el Estado tiene una empresa que lo denuncia en el Ciadi porque simplemente se
pusieron reglas en el concurso que no podía pasar esta compañía y como se
sintió discriminada decidió sentar al Estado en el banquillo de los acusados.
Esa situación es la que hoy en día estamos teniendo y
dentro de esto está la problemática del desarrollo, el famoso mito, y los
Estados latinoamericanos hemos estado acostumbrados a seguir disciplinadamente
las recetas de los organismos multilaterales, que dice: “Por aquí es el camino
y por aquí se debe pasar”, por eso ya hemos pasado de todo y por eso hemos
pasado por la llamada década perdida y cuando las cosas van mal cada uno tiene
que resolver sus problemas, porque seguramente no aplicó bien la receta.
Lo que sucede, es que hemos escuchado mucho lo de
afuera y poco hacia adentro, y hoy día nos damos cuenta que la problemática que
tenemos es la fragilidad de nuestro crecimiento económico, que está basado en
la venta de metales, comodities y materias primas, y si nuestros compradores
cambian la política solo por un tema de crisis o de especulación, nos dejan
descolocados y por lo tanto estamos tomando previsiones de prudencia y
estabilidad macroeconómica, para mantener un nivel de endeudamiento adecuado
con relación al PBI; pero ojo, eso nos pone en una situación de dependencia.
¿Cuánto está pagando cada país por la modernidad del
siglo XXI, por la tecnología de los sistemas de audio, los autos y armas que no
fabricamos y la infraestructura que solemos alquilar? Unos más y otros menos;
pero, al final todos pagamos, y este es un problema que tenemos que resolver
los estados porque no lo va a ser el mercado, que a lo mucho va a crear
patrones de consumo, ya que el rol del estado es crear civilización y ordenar
la sociedad.
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